Nuestra esencia y su respectiva representación en el animal astrológico

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ARIES: Lo representa el carnero, animal fuerte, de cabeza y frente amplia, concentra su fuerza de choque en su cornamenta, de ahí que sean considerados “cabezas duras”, tercos, picados, asemejan la raspadura del fósforo, de ira fogosa pero corta. Son animales de retos, innovadores, ideales para comenzar algo, pero no necesariamente para continuarlo. Necesitan de lo nuevo, pelean por lo que es suyo y el tener la razón siempre, constituye un punto de honor. Les encanta ponerse cosas en la cabeza: sombreros, gorras, pañuelos, etc. Llevan siempre cicatrices en cara y cabeza por resultar éstos, sus puntos vulnerables. Eternos niños, con lo bueno y no tan bueno que esto representa.
TAURO: Lo representa el toro, la vaca. Animales fuertes, útiles, trabajadores y productores. Voraces, rumiantes, necesitan rumiar lo que quieren, lo que piensan y lo que sienten. Lentos en su digestión, tienen cuatro estómagos (panza, bonete, libro y cuajar), por lo tanto, necesitan el tiempo necesario para digerir esa petición y todo lo que representa lo nuevo. Muy tercos, aunque su terquedad sea distinta a la del carnero, aquél es instintiva, ésta responde a un tempo interno. Son animales de arreo, no de pastoreo, por lo tanto se les marca el camino, y se les va llevando. Es la ira más temida del zodíaco, una vez que ven el rojo, envisten sin mirar aquello que se llevan por delante, sin embargo es mucho el estímulo que necesitan para explotar. La garganta y el cuello son sus puntos débiles y fuertes a la vez. Sensuales, sibaritas y amantes de la buena vida, de mucha nobleza.
GÉMINIS: Lo representa el mono. Animales rápidos, hábiles, pueden y necesitan estar en muchas cosas a la vez. Diplomáticos, vendedores, encantadores. Es difícil pedirles foco, el suyo es particular, dispersos, productivos, ideales para conciliar. Son seres de alianzas, les gusta la gente y el bullicio, muy rápidos de mente, les cuesta conectar su mundo emocional. Se aburren con facilidad, hábiles con manos y pies, esos son sus puntos vulnerables. Les cuestan los límites, tanto ponerlos como respetarlos. Graciosos y llenos de palabras y gestos. Su profundidad es particular. Sienten que siempre les falta algo. La hermandad con otro es clave para su confianza. Difíciles de precisar.
CÁNCER: Los representa el cangrejo, animal de concha dura pero de carne blanda. No se dan a las primeras, se esconden y protegen. Caminar con ellos, implica que te empujen hacia un lado, sutilmente por supuesto. Muy sentimentales y emotivos. Logran hacer hogar en cualquier parte. Es común que un empleado cáncer haga de su escritorio su perfecto hogar. Necesitan de la seguridad, aman la música y todo sitio de congregación, por eso la cocina es su espacio perfecto, así no les guste cocinar. Si los invades sacan sus filosas tenazas. De sensible y delicada digestión, de humor cambiante y puedes pasar el día preguntándoles que si les pasa algo y te responderán siempre: -“¡Nada!” Debilidad por la madre y lo materno. Su aparato gástrico constituye su punto vulnerable.
LEO: Los representa el león, el rey de la selva. Necesitan la preponderancia en todo, no nacieron para pasar desapercibidos, tarde o temprano rugen, para bien o mal. Animales vistosos, su cabello, así no tengan, es para ellos sagrado y al igual que Sansón, fuente de poder. Cuando el resto de los mortales no los notan, abren un hueco en el piso y rugen, hasta estremecer la tierra para alertar a los demás de su noble presencia. Usan, así no las lleven consigo, capa y corona. De noble corazón y tendencia a convertirse en padres de amigos, grupos o biológicamente. Cautos, muy focalizados y les encanta el protagonismo en todo. Necesitan el permanente reconocimiento. Encantadores y de presencia impactante. Su punto vulnerable es el corazón y su cabellera, también a columna vertebral. Amantes del drama (de todo tipo)
VIRGO: Lo representa el roedor, en especial, el ratón. Animales limpios (aunque culturalmente nos cueste verlos así) hábiles, rápidos, ordenados y muy útiles en su comodidad. Lo limpio, lo puro y lo ordenado, son pautas en sus ambientes, aunque su orden sea muy particular. Son altamente rutinarios, por eso el gato simplemente los espera para cazarlos, porque siempre recorren el mismo camino. Empeñosos en sus propósitos y muy entregados y trabajadores en aquellas causas para las que son ganados. Quejosos y, a veces, obsesivos en lo que quieren. Su punto vulnerable son sus intestinos. Con dones para servir, curar y apoyar a los demás. Particulares para comer y disfrutar el alimento. Les cambias las rutinas y los vulneras inevitablemente.
LIBRA: Lo representa la mariposa. Animal agradable, mimético, capaz de convertirse en lo que necesite armonía. Deciden mucho la vida de otros, pero muy torpes para tomar sus propias decisiones. Amor por lo justo y lo armónico, al punto de, a veces, ser huidizos y de no clara posición. Les apasiona la sensación de armonía, así esté pobremente sustentada. De poco coraje inicial pero guardan una ira importante que pueden desplegar si los arrinconas. Amantes del arte, lo sublime y lo bello, en su mejor expresión. No son fáciles de agarrar y menos confrontar. Utilizan sus polvos cósmicos para desaparecer. Soñadores. Su punto vulnerable son los riñones. Pueden ser sibaritas incontrolados. La sensación de unirse en pareja, constituye uno de sus sueños recurrentes. Les encanta agradar, coquetos y enamorados del amor. La justicia es un punto de honor.
ESCORPIO: Si bien en la cultura se ha relacionado a este signo con múltiples animales (escorpión, águila, culebra, etc) es la araña quien mejor los define. Son seres territoriales que van, muy hábil y silenciosamente, ganando espacio, de allí la tela de la araña que se expande tan rápida y silenciosa. Amantes de la oscuridad, el silencio y de los mundos tenebrosos. Extremistas y cuando tienen hambre, su pasión consiste en cazar a la presa y hacerla suya. Amantes profundos y apasionados, pero alejados de lo convencional. Crean su propio mundo, muy ambiciosos y de mucha sensibilidad humana. Son muy conectados y es la única forma de llegarles al corazón. De olfato profundo y delicado. Sus pensamientos carecen de convencionalidad y a veces, sus expresiones, escandalizan. Por dentro, al igual que la araña son de arduo trabajo y de gran sensibilidad. Los órganos genitales son sus puntos vulnerables. El poder les seduce pero utilizado distinto que el resto de los animales aquí representados. Odian el hacer el ridículo, lo que les mantiene al margen de ciertas actividades que no manejen con destreza. Aman el mundo de los secretos.
SAGITARIO: Los representa el caballo. Briosos, rápidos, con necesidad, de vez en cuando, de correr y sentir sus crines golpeando su piel. De momento dóciles, de momento muy ariscos. Tienden a ser inocentemente indiscretos y les cuesta mantener secretos. Se reconocen por su abierta sonrisa como un sello en su cara. Prefieren la claridad, aunque no estén dadas las condiciones. Aman el humor y lo practican con destreza. Son viajeros naturales, aman lo exótico, la aventura, los idiomas y otras culturas. Su ira es importante pero de corta duración. De gran nobleza de corazón y estará siempre cerca de quien les haga reír. Buen y útil amigo, el egoísmo no es su bastión. Les encanta la actividad. Su punto vulnerable es la cadera, allí está su fuerza y su debilidad. Leales y muy lúdicos. Con capacidades naturales para sanar.
CAPRICORNIO: los representa la cabra. Animales con gusto por las alturas, el esfuerzo y el logro sostenido. Trabajar es su consigna, no se caen fácilmente, se sostienen en sus cascos y hacen equilibrio en los riscos. Son seres de sacrificio, adultos desde muy niños, con una madurez especial en la que esconden su tristeza. Con mucha fortaleza interna para las dificultades y gran perseverancia. El padre (interno o externo) de mucha importancia e influencia. Necesitan y valoran la aprobación externa, porque no se aprueban fácilmente a ellos mismos. Saben lidiar con el sacrificio y con las épocas duras. Sobrios, amantes del pasado y comedidos. Crean estructuras con facilidad. Quizás de poca expresión o demostración afectiva, aunque pueden ser muy intensos al amar. Saben y conocen de la soledad. La flexibilidad es su gran desafío. Huesos, coyunturas y, sobre todo rodillas constituyen sus puntos vulnerables. El perdón es su mejor medicina y la historia su mejor referencia.
ACUARIO: Es el único signo que no está marcado por un animal, lo determina el humano adolescente. Encantadores, contradictorios, adelantados, con límites claros y no les gusta sentirse invadidos. Libres, impetuosos, creativos, al riesgo siempre. Amigos de sus amigos. La aventura, la anarquía y el no parecerse, son sus puntales. La mejor manera de comunicarse es a través de la pregunta y la repregunta. Intensos al amar pero muy mentales en su mundo de ilusiones y expectativas. La inconvencionalidad es su territorio. Siempre necesitan estar adelante, la tecnología, la cibernética y lo no inventado, son sus formas habituales. Pueden ser, en el fondo, muy convencionales, pero su representación es siempre lo distinta. Amor libre, las no reglas y lo no esperado los marca. El sistema nervioso es su punto vulnerable. Son seres de mucha riqueza pero sus cuevas no tienen entradas francas. El aburrimiento es su más sensible alarma. Muy sexuales y deseosos de la conexión que no consiguen fácilmente. Brillantes, inteligentes y muy agudos en sus planteamientos. Saben romper, pero no aprendieron a coser. Manejan muy bien su soledad, aunque se enriquecen con los otros.
PISCIS: Los representa el pez. Difíciles de agarrar, huidizos, llegan a sus objetivos en cardúmenes, pero una vez conseguido pueden dejarlos y volver a su solitud. Sensibles, de llanto fácil, el agua y la música son su elemento y su comidero natural. Pueden ir desde lo más profundo de una adicción hasta lo más sagrado de una devoción. En lo amatorio pueden ir, desde lo intenso (recuerden que son dos peces nadando en sentido contrario) hasta ser unos enamorados del amor y quedarse allí. Amantes del drama, del arte y de lo exquisito. Pueden ser voraces, recordemos la boca del pez, por allí muere. Un piscis tiene una mirada de ciento ochenta grados, puede percibir cosas que otros dejarían pasar. Por no tener pies, aman los zapatos (quizás por nostalgia evolutiva), sus pies son sensibles y constituyen, conjuntamente con su sistema linfático, su punto vulnerable. Lo místico, lo extrasensorial, lo que rebasa la realidad, es materia prima para un piscis. Al ser el último signo de la rueda, lleva el resumen de lo bueno y lo malo de todos los otros once. De llanto fácil y de una conexión profunda que debe tratarse con cuidado.